Los beneficios del Arte Contemplativo

 

  • La Semana Santa conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Una fiesta cristiana que se celebra mundialmente y que para muchos es tiempo de reflexión y de búsqueda de la paz espiritual. En este contexto, algunas herramientas son útiles para alcanzar estos estados, como es el caso del Arte Contemplativo.

 

Para algunos es momento de descanso, para otros de introspección. Son muchas las formas en que las personas viven la experiencia de la Semana Santa y para algunos es el espacio ideal para buscar nuevas respuestas a los momentos que viven y para meditar sobre aquellas cosas trascendentes de la vida.

Dentro de esta línea, los encuentros de oración, los retiros, los cantos devocionales y la meditación son formas mediante las cuales se busca alcanzar estados reflexivos profundos, que ciertamente ayudan. Función similar a la que cumplen los símbolos y las imágenes presentes en representaciones artísticas, que pueden desentrañarse por medio del Arte Contemplativo.

“A partir de la contemplación y del dibujo de imágenes de tradiciones contemplativas es posible abrir el corazón para llegar a una mejor comprensión y aceptación de ti mismo”, señala Marco Antonio Palma, docente de la asignatura “Arte Contemplativo” en la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.

Esta herramienta permite vivir una experiencia meditativa activa a través de la observación y la contemplación. “A través del dibujo y la pintura de Imágenes Sagradas de tradiciones espirituales como la budista, la cristiana o taoísta, el practicante amplía su conciencia, se reconoce y despliega su potencial. El fin último es la autenticidad, ser quien realmente eres, despojada la mente de ideas respecto a ti mismo, del mundo y de Dios, que está más allá de todo conocimiento y de toda imagen que pudiéramos llegar a concebir”, señala el experto.

En este tipo de trabajo se concibe cada imagen como un arquetipo. “Ya sea de la unidad cósmica, de la bondad, de la voluntad, de la esencia de lo femenino o masculino, de la comunidad que purifica y abre el corazón”, agrega el académico.

Para el docente, quien es Licenciado en Arte Universidad de Chile y docente universitario por más de 30 años, hoy en día este tipo de trabajo contemplativo requiere de un esfuerzo especial del hombre. “Las imágenes de distinto tipo que el hombre ha creado, se multiplican por miles en las fotocopiadoras y otros medios para llegar, por distintos canales, a llenar nuestros espacios privados. Y en este contexto, somos responsables de lo que vemos y se hace necesario resguardar nuestro espacio interior”, afirma.

¿Cómo hacerlo? “No es fácil. Vivir en el mundo sin pertenecer al mundo resume la esencia de la vida en el espíritu. Para conseguir esto, las tradiciones contemplativas nos enseñan que debemos estar atentos a las perturbaciones y distracciones”, explica Palma.

 El especialista de la Universidad del Pacífico señala que mediante el Arte Contemplativo podemos vencer toda distracción. “Las imágenes sagradas son la representación visible de las realidades misteriosas y sobrenaturales. Son fruto de una tradición, cuya irradiación puede iluminarnos si nos disponemos a ello”, asegura.

Para el profesor de la Escuela de Psicología, “el Arte Contemplativo es una especie de invitación a caminar desde la casa del miedo, que es el lugar donde habitualmente vivimos, para llegar a habitar la casa del amor. Para eso tenemos que abrir nuestro corazón, sacar las cerraduras que se encuentran dentro de nosotros mismos, porque la Imagen nos habla al corazón. No confundamos esto con el sentimentalismo, que tiene algo de azucarado, agradándonos al principio para luego hostigarnos sin alimentarnos verdaderamente”, aclara.

Para Marco Antonio Palma, hacer este tipo de actividad no requiere de ningún conocimiento de dibujo. “No es el conocimiento de la técnica ni el logro de un resultado estético de tu pintura lo que importa, sino encontrar el punto de equilibrio interior, despertar la intuición, reconocerte sin juicios, aceptarte y quererte tal como eres, para  entrar en la casa del amor y ser habitado por el Espíritu”, indica.

“El camino de contemplación y pintura de la imagen se realiza en etapas, con música y lectura de textos sagrados. Es un proceso gradual, en el cual se desentrañan los símbolos presentes en las imágenes, en un ambiente de recogimiento y silencio, para que cada participante realice su propia imagen”, finaliza el docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.

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