Si alguna vez te han sido infiel, seguramente sabrás de lo que te hablamos. Es un tema de autoestima, orgullo y un sin fin de sentimientos más. Te arde el pecho, te culpas en reiteradas ocasiones y quieres buscar respuestas a toda costa, algunas de las cuales quizá nunca llegarán.
Lo primero que debes saber es que feas o bonitas, gordas o flacas, tontas o inteligentes, no hay característica que te libre, o te condene, a una infidelidad.
Las cosas simplemente pasan, y aunque en su minuto busquemos nuestra propia culpa o responsabilidad, recuerda que las relaciones son de a dos y, por ende, una traición también.
Tal vez esas múltiples respuestas las buscamos con el afán de encontrar consuelo, algo que nos haga sentir conformes, que nos permita comprender cómo después de darlo todo, a fin de cuentas no importó nada.
Recuerda que la infidelidad es una consecuencia, no una causa. Hay 2 posiciones extremas que la mayoría de personas toma al descubrir una traición en la pareja. La primera, es hacerse la víctima y tomar una actitud de derrota e injusticia ante la existencia, dejando afectar otros ambientes como el trabajo y la familia. La Segunda, es volverse el verdugo de su propia pareja justificándose en el grave error que cometió.
¿Es posible perdonar una infidelidad? La respuesta está en ti misma, pero no la tomes en base a los sentimientos, sino que a la razón. Tal vez es una de las pocas situaciones dentro de una relación de pareja que debe ser pensado, intentando a toda costa de luchar contra lo que el corazón quiera ordenar.
Sabemos perfectamente la tormenta de sentimientos que se generan en ti cada vez que recuerdas, o te enfrentas a la realidad de haber sido traicionada, pensar que se han burlado de ti y han pisoteado la confianza que venían construyendo.
Es por eso que si decides perdonar:
Primero, analiza si es que al regresar serás capaz de no sacar en cara lo sucedido. No será sano para él, ni para ti. Si decidiste perdonar, querida amiga, era para dar vuelta la página.
Segundo, si decides volver con él, deberás proponerte confiar nuevamente. Nada de revisarle el celular o no creer en las explicaciones que te da si llega un poco tarde. Si lo haces es porque no eres capaz de volver a confiar, y si no hay confianza ¿Cuál sería la base de tu relación?
Tercero, Lo que nunca se debe hacer ante una infidelidad es pagar al otro con la misma moneda. Es importante que cada persona se valore a sí misma. Y si perdonaste, fu eso, perdón, no venganza.
Recuerda que es una decisión que sólo está en ti. Perdonar una infidelidad es un tema muy personal, porque cada persona decide qué es lo correcto para ella y para su vida. Solo sigue estos tres pasos, piénsalos, analízalos y decide si es que estás realmente preparada.
Y tú ¿perdonarías una infidelidad?