No todo lo que brilla es oro, ni todo lo que nos da placer nos hace daño, como lo hace un flamante plato de papas fritas. Así que deja a un lado los tabús, porque llegó el momento de reconocer que somos seres sexuales y que esta práctica tan humana nos trae inmensos beneficios para la salud, algunos de los cuales te mostramos a continuación.
1. El sexo controla el dolor. Al tener un orgasmo, tu cuerpo libera la hormona oxitocina y aumenta la endorfina, haciendo que la sensación de dolor disminuya. Los efectos de la oxitocina en la reducción del dolor han sido comprobados mediante estudios, y es especialmente bueno para calmar el dolor de cabeza, los síntomas del Síndrome Premenstrual (SPM) y los dolores de la artritis.
2. El sexo aumenta tus defensas El tener relaciones sexuales con regularidad, es decir dos o tres veces por semana, puede tener beneficios para tu sistema inmunológico. Un estudio realizado en Alemania demostró que el número de anticuerpos del cuerpo aumenta justo después del orgasmo.
3. El sexo reduce el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. De acuerdo con los últimos estudios, eyacular frecuentemente puede servir para reducir los de tu pareja de sufrir cáncer de próstata. Sí, leíste bien. En un estudio se descubrió que los hombres mayores que tenían más de 20 eyaculaciones al mes tenían menos riesgo de desarrollar cáncer de próstata que aquellos que tenían una sola relación sexual a la semana, ó 4 a 7 eyaculaciones al mes.
4. El sexo podría regular tu ciclo menstrual. Estudios realizados en las Universidades de Columbia y Stanford encontraron que las mujeres que tenían relaciones sexuales mínimo una vez a la semana (excepto cuando tenían su periodo) tendían a tener ciclos menstruales más regulares que las que no tenían relaciones, o las que las tenían esporádicamente.
5 El sexo podría ayudar al control de la orina. Muchas mujeres después de dar a luz, o simplemente con la edad, notan que a veces cuando estornudan, cuando tosen, o se ríen, tienen dificultad para controlar la orina. Se debe a debilidad de los músculos pélvicos, y aunque no lo creas, son los mismos músculos que se utilizan cuando se tienen relaciones sexuales. Así que si los usas con frecuencia tienes menos posibilidades de tener problemas de incontinencia urinaria.
6. El sexo podría ayudarte con tu postura. Durante las relaciones sexuales se utilizan los músculos abdominales y los glúteos. Estos músculos sostienen la parte baja de la espalda. Si estos músculos están fuertes y en buenas condiciones, tendrás no sólo a tu espalda más contenta, sino una mejor postura.