¿Vivir con mi pareja?

Lista para vivir con él

Sigue siendo más fácil tomar la decisión de vivir con tus amigos que vivir con tu pareja. En el momento de dejar la casa de los padres e independizarse muchos optan incluso por convivir con un extraño. Se ha estigmatizado tanto la relación de pareja, que al final cada paso se da con el máximo cuidado, todo por cuidar de un amor que debería no desvanecerse si es puro y real.

“Prefiero mi independencia, mi espacio y mi vida”, dicen muchas de las personas que en lugar de comenzar a formar su vida de a dos, prefieren mantener la relación puertas afuera, como una asesora del hogar que te visita de vez en cuando para ordenar lo que dejaste en solitario.

El tema laboral en la mentalidad de la sociedad en general está muy arraigado. Hoy en día el dinero te da tu independencia y, por lo tanto, tener que administrarlo o compartirlo es un tema en el que es complicado incurrir.

Según explica Christian Cabezas, estudiante de psicología de último año, lo más relevante de la convivencia entra en la repartición de gastos. Se deben aprender cosas nuevas que son habituales en cualquier convivencia, sin embargo, con la pareja el panorama se complica. Es difícil sobrellevar a esta edad una familia, un trabajo y un noviazgo.

¿Cómo sobrellevarlo?, “organizando los gastos, distribuyendo el tiempo, evitando situaciones rutinarias e ir innovando. Tener un proyecto de vida en conjunto pensado antes de ir a vivir en pareja. Sobre todo tratando de no vivir con los suegros ya que el que viene llegando tendría que aprender a vivir en esta familia y no con la que está dispuesto a formar en un futuro”, explica el profesional.

Osvaldo Valenzuela, alumno de periodismo, tomó la decisión de vivir con su actual pareja. Un factor importante en la resolución fue el embarazo de Catalina, su novia. Ambos están viviendo con los papás de él, su hijo ya nació y la familia se siente constituida.

“Hasta ahora lo hemos llevado bien. Ella se acostumbró a vivir en mi hogar, de hecho siente que es su casa y eso es genial”, afirmó. Por lo tanto, la convivencia con los suegros, en este sentido no fue una gran problemática, sin embargo, no quedaba otra alternativa más barata. Siguen pensando en una vida juntos y al recibirse de sus carreras planean comprar un departamento, para seguir creciendo como familia.

Según dice Fernanda Cabello, estudiante de psicología, el hombre es quien más “peros” pone a la situación. “Ellos se demoran más en madurar, lo que perjudica claramente la convivencia”, aseguró.

Al final la carga emocional va para ambos, pero si no se toma la determinación, la mayoría de las veces no es un acuerdo mutuo, siempre hay alguien que necesita disfrutar y vivir antes de establecerse.

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